Autor: José Jaime Capel Molina
PERENNAL CAUTIVO EN LUMBRE PURA
¡Qué miraron mis ojos? La presteza
regalada en su cuerpo y accidente,
quién gustó tal dulzura y continente,
bailó el vals, preso en sin igual belleza.
Muéveme escribir la delicadeza,
de aquel animoso envite incipiente,
su bien destierro, y aún convaleciente,
silente acorde en tan sutil flaqueza.
Perennal cautivo en lumbre pura,
corrí encubierto la inmortal carrera,
a su tendido cuerpo… mi natura.
Aquella mansión dichosa, duradera,
arbolado timón en la aventura.
¡Qué breve gozo fue la vez primera!
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